sábado, 6 de agosto de 2011

Cuando Rugieron los Motores en Nuestra Provincia (1er carrera de autos en el interior)

Nos escribió Ruben Rópolo historiador de San Jorge prov. de Santa Fe para contarnos sobre la primer carrera de autos en el interior de nuestro país en 1912 en la cual no podian faltar los NSU que fueron los ganadores. Nos dice que el C. A. San Jorge está preparando una serie de festejos al cumplir sus 100 años (23 de junio de 2012)  y para conmemorar la carrera y nos invita a participar en los festejos.!!
A continuación la nota sobre la carrera publicada en el diario El Federal del 10 de septiembre de 1982:

A principios de siglo, precisamente en 1904, se disputa en Hipódromo Belgrano una carrera de autos en la cual participan siete corredores.
Argentina va incorporando cada vez más vehículos auto motores y es así como en 1906 el Automóvil Club Argentino lleva a cabo, según cuenta el Diario «El País», «...la primera carrera de auto móviles sobre ruta a disputarse en Sudamérica». Se corre desde la Capital Federal hasta el Tigre y viceversa. Quince máquinas son de la partida. Al final triunfa Miguel A. Marin con un «Darracq» de 20 H.P. y como hecho insólito se consigna que durante su trayecto el vehículo mata cinco perros.
Pasan dos años y el entusiasmo por la mecánica se acrecienta a tal punto que los hermanos Juan y Luis Cassoulet realizan el raid Buenos Aires-Córdoba con un «Dion Bouton» en 87 horas de marcha.
En San Jorge, provincia de Santa Fe, existían para esos entonces una apreciable cantidad de autos. Tal es así que el Sr. Luis Berchs, de origen alemán, decidió ser representante de la marca «N.S.U». Es así como habla con varios amigos y deciden en común con los directivos y jugadores de fútbol  del C.A. «San Jorge» hacer la larga desde ia localidad de Carlos Pellegrini el dia miércoles 28 de agosto de 1912, festividad del patrono de esa.


Prontos a partir...!! Aqui se pueden ver  los cinco autos que disputaron  la 
famosa carrera Carlos Pelegrini-San Jorge-Rafaela el 28 de agosto de 1912.
Primero de la izquierda el SCAT, luego el NSU de Bignone-Caggiola, otro NSU 
de Kiener-Predrotti, otro NSU más de Furner-Guadangelo y último el BIANCHI


En horas de la mañana se larga «la gran aventura» de correr unos 250 kms. de ida y vuelta entre:
Carlos Pelegrini-San Jorge-Sastre-Maria Juana-Est. Clucellas-Clucellas-Villa San Jose-Susana-Rafaela. Numerosas son las personas que frente al Hotel «Capra», próximo al F.C.B. Mitre, se acercan para presenciar la largada de las cinco maquinas sanjorgenses tripuladas de la siguiente manera:
NSU-N°1 Félix Feurner-José Gudángelo, NSU-N°2 Angel Bignone-Bernardo Coggiola, NSU-N°3 Alfonzo Kierner-Augusto Pedrotti, «Bianchi» 4 cilindros N°4 Francisco Briones-Lorenzo Aragno y por último el «SCAT» 1530 de 4 cilindros manejado por Enrique Busso, acompañado por Lucio Irazoqui.
A poco de largar el «Bianchi» de Briones toma la punta "... en razón de que el nuestro corría hasta 95 kms. por hora, según lo probamos desde Sastre a San Jorge días antes de la carrera, mientras que los NSU daban entre 65 y 70 kms.por hora”, cuenta Lorenzo Aragno. quien oficiaba de mecánico del automóvil italiano.
Otro de los participantes, lrazoqui, recuerda que el camino no era muy parejo «... y en uno de los saltos de la ruta perdí mi gorra, debiendo soportar el viento en la cabeza todo el tiempo que duro la carrera». Acota don, Lucio que no llevaba repuestos, sólo llaves, gato, martillo y una máquina de vulcanizar.
Al llegar a San Jorge una cierta cantidad de publico se dio cita en la plaza para presenciar el paso de los corredores. Cerca de la que es hoy Cabaña «Aurora» las máquinas debían pasar por dos pantanos y relata Pedrotti que «... ese día yo estrenaba un traje nuevo y no quería correr. Pero Luis Berchs me dijo que si se me arruinaba el mismo. el me compraría otro». «Entonces me decidí a correr». Claro que esto de participar a Augusto le trajo «cola»,«...sólo llevaba cuatro meses de casado y al enterarse mi suegro de esa «locura», no apareció por mi casa por varios días».
Después de pasar Sastre, al llegar cerca del cementerio de María Juana, el «Bianchi» que venía puntero «encaró como venía un gran pozo en medio de un lodazal y tanto Brignone como yo dimos un gran salto, lo que hizo que reventáramos una goma, perdiendo varios minutos y la primera colocación», cuenta Lorenzo-Aragno.
De ahí en más los NSU se colocaron en los puestos de vanguardia cosa que lograron mantener hasta el final. Mientras tanto cerca de Estación Clucellas el «SCAT» conducido por Busso palinó en un charco y salió del camino cortando el alambrado e internóse en el campo adyacente. Según cuenta lrazoqui, su acompañante, ese auto tuvo mucha mala suerte con las cubiertas «a talón» dado que durante el trayecto reventó y/o pinchó como cinco veces, lo cual lo retrasó mucho en el camino.
Por su parte Pedrotti debía ir «codeándolo» de a ratos a Kierner, quien había trasnochado y se dormía en el volante, Es asi que cerca de Cluceltas de no despertarlo de un golpe con el brazo «...iban derecho a un poste telegráfico»; ubicado al costado del camino (hoy Ruta Prov. 13).
Así las cosas, mientras que los punteros Bignone-Coggiola con el NSU N°2 pasaron por Saguier, Villa San José, Susana y enfilaron para Rafaela. Precisamente a la salida del pueblo de Susana el «SCAT» manejado por Busso casi vuelca al revenlársele una cubierta, pero... al fin puede dominarlo.
El arribo a Rafaela no tuvo la recepción que años después depararía a los corredores de turismo de carretera. Sin embargo varios transeuntes se acercaron para ver a los «audaces» que arribaban por el Boulevard Susana, hasta cerca de la Iglesia «San Rafael», donde se encontraba la Barraca de
Cristóbal Bolinger, un alemán aficionado a la mecánica. Al NSU de Kierner se le había roto el bulón maestro de un elástico y Bolinger lo ayudó a repararlo con... un pedazo de alambre y así llegó hasta Carlos Pellegrini.
En la ciudad de Rafaela cargaron los coches nafta «Texas» que se vendía en latas de 20 litros. Al mismo tiempo a los NSU le agregaron aceite «Mobil Oil» dado que, según cuenta Aragno «... esos vehículos perdían mucho aceite en viajes largos y donde eran muy exigidos los motores»
Una vez abastecidos y reparados lo vehículos, las maquinas dieron la vuelta hasta Carlos Pellegrini donde arribaron de la siguiente manera:
1) el NSU N°2 de Bignone-Coggiola, 

2) otro NSU el N°1, de Feurner-Guadángelo,
3) el tercer NSU N°3 de Kierner-Pedrotti,
4) el «BIANCHl» N° 4 Briones-Aragno y el 5) el SCAT N°5 de Busso-Irazoqui.
 

La feliz llegada..!! los coches NSU en los tres primeros puestos. El n°2 de Bignone-Coggiola es el auto que ganó la competencia. Al final de la foto, sector derecho, con saco blanco está el Sr. Luis Berchs organizador de la prueba.

De más está decir que los propulsores del hoy llamado «deporte tuerca» en nuestra provincia, y del interior, escribieron una página histórica en el automovilismo de carreteras aquel ya lejano 28 de agosto de 1912. Aquella iniciativa arranca en 1909 cuando Luis Berchs, obrero del Molino «Brunnig» obtiene en una apuesta $5.000 con el cual adquiere su primer NSU de San Jorge.


Concecionaria NSU. Casa donde Luis Berchs tenia 
instalda en 1912 la agencia NSU en San Jorge. 
El edificio aun existía hacia fines de los 80´s, actualmente 
no existe más y en su lugar hay una estación de servicio.

Hoy el automotor deportivo tiene en la zona los seguidores de los Berchs, Busso, Pedrotti, Aragno, Irazoqui, Kiernes, Feurner, Guadángelo, Bignone, Coggiola, Briones, etc. quienes de alguna manera años después aportaron su experiencia y capacidad profesional al frente de distintas empresas de San Jorge.
En homenaje al deporte amateur y al cumplirse 70 años de aquel acontecimiento, hemos rescatado de las amarillas páginas de la historia el relato de lo ocurrido el 28 de agosto de 1912.


Muchas gracias Ruben por contarnos esta parte de la historia de los NSU y de la Argentina.!!
Para contactarse con el pueden hacerlo a:
Ruben M. Ropolo (historiador regional)
Santa Fe 271, CP(2451), San Jorge, Santa Fe.
ruben_ropolo@hotmail.com


A continuación la carta completa que nos escribió.

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